UNA
NOCHE DE PARTO
La
noche del miércoles al jueves tuvo lugar un acontecimiento
especial: mi perra fue mamá.
La
tarde del miércoles vimos que Musa ,mi perrita ,estaba muy rara.Como
hacía ya dos meses que se había quedado preñada ,sabíamos que
había llegado el momento del parto.Esa noche nos fuimos a dormir.A
las dos de la madrugada oí un pequeño grito de mi perra.Me levanté
a ver que pasaba, y allí, con Musa ya estaba mi madre.La perra
estaba empujando para que saliera el cachorro. De repente vi salir
una bolsa roja oscura del tamaño de un huevo. Musa estuvo empujando
un buen rato pero no terminaba de salir. Entonces mi madre rompió la
bolsa con las manos y salió el líquido amniótico. Entonces
apareció una patita blanca y mi madre con una toallita la enganchó.
Al mismo tiempo que empujaba la perra, mi madre tiraba suavemente de
la patita y poco a poco fue saliendo el cachorro. Venía de culo con
las patas por delante, y por eso le costó tanto salir. Una vez que
salió el cachorro Musa no le hizo caso y mi madre le dió un masaje
para que respirara, pero no reacionaba. El perrito había nacido
muerto. Se lo retiramos a la madre.
Veinte
minutos más tarde vimos que volvía a empujar y a empujar, pero en
vez de perrito salió un cacho de carne: era la placenta. La perrita
se comió la placenta. Mi madre dice que lo hacen por dos razones: en
primer lugar por instinto para eliminar el olor del parto y evitar
depredadores, en segundo lugar porque le proporciona alimento y
energía para recuperarse del parto y favorece la producción de
leche.
Media
hora más tarde mi madre se fue a prepararle un cuenco con leche,
huevo y miel.Mientras mi madre estaba en la cocina vi que mi perrita
volvia a empujar, primero salió la bolsa roja y después salió un
cachorro. Musa inmediatamente rompió la bolsa, le cortó el cordón
umbilical con los dientes, se comió toda la bolsa y la placenta y se
puso a lamerle y a lamerle. Mi madre comprobó que estaba bien y que
respiraba sin dificultad y que era una hembra. Luego se lo devolvió
a la madre y el cachorro se puso a mamar inmediatamente.
Cuando
había pasado casi otra hora, Musa empezó con nuevas contracciones.
Estaba cansada y le estaba costando mucho expulsar al siguiente.
Como no salía ni bolsa ni nada, mi madre la examinó y vió que el
cachorro estaba como “atascado” y no se movia. Entonces giró al
cachorro y empezó a salir, pero salía primero la cola y las patas
traseras, como el primero. También venía sin bolsa, o sea que se
había roto dentro. Con una toalla cogió la colita y la pata que se
veían y empezó a tirar del cachorro al ritmo de las contracciones.
Cuando nació, vimos por qué le había costado tanto salir, y es que
estaba muerto. Esperamos a que Musa expulsara la placenta que
apareció a los pocos minutos.
Estuvimos
esperando una hora más pero no parecía que hubiese más cachorros.
La perra estaba dedicada a su cachorrita, no paraba de limpiarla. Así
que limpiamos su cama, cambiamos la paja y las toallas y nos fuimos a
descansar un poco. Eran ya las 6:30 de la mañana.
Ahora
ya han pasado casi dos semanas. En este tiempo la cachorrita no ha
hecho otra cosa que comer y dormir y llorar cuando no le parecía
bien la postura que tenía. La mamá al principio no quería
separarse de ella ni un momento, la lamía todo el rato para tenerla
limpia y para estimularla para que hiciera pis y caca, y ahora no le
importa irse a dar un paseo por el monte. Sarman, el macho tampoco
podía entrar en casa porque Musa le gruñía, y ahora mismo, están
los tres tumbados juntos. La perrita ha abierto los ojos hace tres
días y tiene un aspecto raro. Ayer la dimos un poco de leche
condensada con el dedo y se volvió medio loca. Cuando nació pesaba
550 gramos y ahora pesa 1500 gramos.
Ángela 5ªC